Es evidente la importancia que tienen los pechos en la sexualidad de una mujer y en su autoestima. Y la verdad es que no todas las mujeres se encuentran contentas con el volumen y la forma de sus mamas.
Los motivos para operarse van desde la reconstrucción hasta readecuación de género y la disminución de asimetría evidente, pasando por restituir las mamas tras la lactancia o simplemente lograr un tamaño que haga sentir a la mujer cómoda con su imagen.
En esos casos, está la posibilidad recurrir a la mamoplastia de aumento
Sin embargo, está desaconsejado en el caso de mujeres con trastornos dismórficos del cuerpo, que producen que quienes lo sufran tengan una imagen equivocada de su propio cuerpo y por tanto se sometan continuamente a operaciones estéticas. Un cirujano serio rechazará hacer esta clase de intervenciones.
Cómo es
El aumento mamario o mamoplastia de aumento es un método quirúrgico que, a través de la introducción de una prótesis en el pecho, habilita a subir una o más tallas, hasta lograr un tamaño más deseable.
De qué son las prótesis
Aunque hay otros tipos de implantes mamarios, los más usados y con más comprobación acerca de su seguridad son estos.
1. Implantes mamarios de silicona: estos son los más utilizados, las mujeres que se hacen la operación los usan en más del 95% de los casos. Se demostró como el material más seguro para esta clase de intervenciones. Lo blando del material, hace que la textura de la mama operada se asemeje mucho a la de la mama natural. La superficie del implante puede ser lisa o texturada. En algunos pocos casos, tras la operación la prótesis de silicona puede formar cápsula.
2. Implantes mamarios de suero: Son la opción a la silicona y no tienen las reacciones no deseadas de encapsulamiento, pero como contrapartida desventajosa, el implante puede perder volumen o “desinflarse” por la migración del suero, y su textura es más rígida que la de las prótesis de silicona.
Cuál es el tamaño adecuado
El tamaño queda en principio a deseo de la paciente, aunque resulta conveniente que tome en cuenta la sugerencia del médico.
En la primera visita, el cirujano plástico examina el tamaño, la forma, la piel, la contextura general y el estado de salud.
De acuerdo con eso, y según las expectativas que la paciente deberá comunicar lo más abiertamente que pueda, el médico sugerirá un tamaño de implante.
También en la consulta se sopesan otras opciones de tratamiento, así como el lugar por donde se meterían las prótesis.
¿Por dónde se introducen las prótesis?
Se usan principalmente dos cortes:
- Vía areolar: el corte se sitúa en el límite exterior de la aréola. Es la más utilizada porque permite camuflar mejor la cicatriz, al situarla en el límite de la áreola, donde la mama cambia mucho su color.
- Vía submamaria: a través de una incisión situada en el pliegue submamario. Se utiliza cuando la aréola es demasiado pequeña o cuando por alguna circunstancia la paciente así lo decide. La cicatriz igualmente queda escondida en el surco o pliegue submamario.
Cómo se hace
Así, el aumento mamario se realiza por introducción de prótesis de silicona o de suero por el límite de la aréola o por el pliegue submamario.
Dónde se pone la prótesis
El implante se pone detrás de la glándula mamaria (subglandular) o tras del músculo pectoral (subpectoral). La opción se relaciona con si la glándula mamaria tiene grosor adecuado como para cubrir la prótesis. En caso negativo, se hace por debajo del músculo.
Tiempo que dura la intervención de aumento mamario
Como es evidente antes de realizar la operación se le pedirá una serie de exámenes clínicos que seguramente incluyan además mamografía y ecografía.
La cirugía se lleva a cabo en un quirófano, en un sanatorio u hospital. La anestesia es general o local con sedación, según los casos.
La operación lleva entre una y dos horas y la paciente obtiene el alta poco tiempo después o queda internada hasta un día (según los casos y la anestesia).
El post operatorio
Usualmente, el post operatorio no tendría que ser demasiado doloroso. Pero sí es normal encontrarse muy cansada.
A los dos o tres días podrá hacer una vida casi normal, pero durante los primeros días debe mantenerse los brazos lo más quietos que se pueda para no hacer esfuerzos en los pectorales y facilitar la cura. Por un mes no debe levantar peso.
Durante las primeras semanas los controles serán muy seguidos y luego irán siendo menos hasta el alta definitiva. El vendaje será sustituido luego de unos días por un sostén especial.
Ardores y algunas molestias también son normales durante un tiempo.
Riesgos y problemas
La intervención es muy segura, siempre que recurra a profesionales idóneos que le hagan los controles que se necesitan pre y post operación.
Sin embargo, como en cualquier intervención, podría surgir alguna complicación. Lo más frecuente es la contractura capsular.
Algunos problemas que podrían surgir, si bien de manera poco frecuente si se siguen las indicaciones son: sangrado o acumulación de líquido (por hacer demasiada fuerza en el post operatorio, algunas veces debe drenarse), problemas en la curación de la herida y la cicatrización, implantes notorios (por glándula pequeña, en general un buen médico podrá adelantarse a esta situación), muy raramente infecciones.
Respecto de las posibles roturas, aunque raras, pueden ocurrir espontáneamente con los años. Asimismo por traumas fuertes en tórax o costillas. Sin embargo, no es aconsejable el recambio periódico, sino el examen cada tanto de rutina, o si aparece algún síntoma como bultos, disminución de tamaño, cambio de forma, asimetría o sensaciones dolorosas.
¿Quedan sin sensibilidad?
No, los pechos no quedan para nada sin sensibilidad en la enorme mayoría de los casos, si bien puede haber por un tiempo algunas alteraciones, que se deben al edema por la intervención.
¿Se puede dar el pecho?
Por hacerse siempre por debajo de la glándula (sea justo debajo de esta, o debajo del músculo subyacente), el aumento mamario no importa para nada en el amamantamiento.
Mamografías
Las mamografías pueden y deben hacerse con la regularidad que corresponde a la edad de la paciente. Sólo tiene que mencionar que tiene un implante al profesional que le hará el estudio (usualmente, es parte de las preguntas de rutina que se le hará).