En primer lugar, en cuanto un ser humano nació con cierto defecto congénito (como labio leporino, malformaciones en la cara, en las orejas o nariz, etc.), o haya sufrido cierto tipo de incidente que le haya provocado cierto tipo de anormalidad en la piel y ciertos músculos.
En segundo lugar, cuando una persona, si bien no nació o tuvo cierta dificultad que le causó una anomalía, no se siente acorde con cierta parte de su cuerpo, o siente que es grande, pequeña o desproporcionada (para citar algunos ejemplos, podemos hablar de la nariz, los pechos, las orejas, etc.), y pretenda aliviar esa condición.
En ambos casos, se apunta a que la persona se sienta más cercano del estándar de “elegancia” o se sienta más hermosa y atractiva, especialmente con ella misma, para lograr que el espejo le devuelva la imagen que tanto pretende y desea. Y también, que se sienta atractiva para las demás personas.
La medicina estética está dividida en dos campos fundamentales:
Por un lado, la llamada cirugía reparadora o también llamada reconstructiva, cuyo punto de vista está puesto en, como decíamos, reconstruir las diversas partes del cuerpo que fueron víctima de un incidente, incendio, traumatismo, etc. O de los consecuencias de una deformación congénita o luego de cierta intervención mayor delicada (en otras palabras, luego de la extracción de un tumor, o de alguna cirugía mayor en la que se tuvo que intervenir en el cuerpo, y haya quedado implicado el tejido exterior; o al haber bajado mucho de peso, que la persona queda con colgajos de piel y restos de obesidad que no pueden ser eliminados de otro modo).
De otra manera, se encuentra la llamada cirugía estética o cosmética, cuyo fin está orientado a modificar ciertas partes específicas del organismo con las que el paciente no se siente a gusto, siente desacuerdo, o quiere cambiar con la finalidad de verse mejor. Ya sea una nariz prominente, orejas en asa (sumamente despegadas de la cabeza) o labio leporino. Además está indicada en casos en donde haya complicaciones por ciertas partes del cuerpo, dando un ejemplo, la disminución mamaria en damas de busto prominente, que ocasiona dificultades lumbares y de columna.
Ampliaremos estos conceptos
La cirugía plastica reconstructiva tuvo como hito histórico la Primera Guerra Mundial. Esta Guerra causó que miles de soldados y personas queden desfigurados y mutilados por las balas y bombardeos que inundaron esta epoca.
Al haber un número importantísimo de individuos con rostros y caras arruinadas víctimas de proyectiles y bombas, fue primordial la creación de varios centros hospitalarios especializados en la reconstrucción de heridos y mutilados, tanto en Estados Unidos como en Europa, dos sectores en los que esta disciplina era aún desconocida.
La misión de la cirugía reconstructiva en la Primera Guerra Mundial
La cirugía plastica reparadora también estuvo especialmente utilizada y se incrementó enormemente su uso en la 2da Guerra Mundial, por las mismas razones que en la Guerra anterior, para volver a la normalidad a las personas víctimas de esta clase de traumatismos bélicos.
Sin embargo en esta última Guerra, principalmente estuvo orientada a la reconstrucción máxilo-facial. Asimismo es aplicada en casos puntuales y específicos que tienen que ver con la anatomía corporal.
Es especialmente utilizada en cirugía vascular, microvascular, cirugía de nervios periféricos, particularmente también el transplante de tendones y músculos en casos de que la zona haya sido comprometida y los músculos y tendones hayan resultado realmente comprometidos. Además inclusive es utilizada combinándose con la cirugía ortopédica y de artroplastía.
La cirugia plastica y su nacimiento
Por otra parte, la cirugía plástica o estética es en esencia definida como una cirugía resolutiva de problemas visibles. Este tipo de práctica abarca no solo la piel y sus anexos, sino también los tejidos y músculos que se extienden luego de ella. Como las manos, el cuello y la papada, el abdomen, el aparato genital, el busto, el cuero cabelludo.
Nuevas extensiones de la cirugia plastica
La cirugía en la actualidad tiene formidable aceptación Argentina, y en otros países latinoamericanos como Chile, Perú, Brasil, Colombia, Venezuela, Perú y México. Argentina, sin embargo, es cuna de muchísimos cirujanos plásticos de renombre, entre los que se encuentran el doctor Maximiliano Gil Miranda y el doctor Damián Wengrowicz.
A nuestra nación vienen a operarse muchísimas personas de Latinoamérica y el resto del planeta, dado que poseemos médicos de excelencia, con formación constante, y permanente actualización en técnicas de cirugía y depuración de métodos de aplicación.
Una consideración muy trascendental
Si bien la cirugía plástica tiene como fin tanto la reconstrucción de partes del cuerpo que hayan sido víctimas de cierto traumatismo, mejorar una deformación congénita o colaborar con el paciente para que se sienta bien consigo mismo, es imprescindible destacar que hay pacientes que muestran un perturbación mental que consiste en tener una visión desproporcionada o irreal de su organismo, a este trastorno se lo conoce como dismórfico corporal.
Es importante que el cirujano sepa esto, puesto que esta patología psíquica tiene poco que ver con la situación del cuerpo del paciente, y no con una rareza corporal. Para estos casos, es necesario abordar terapéuticamente esta patología.